En este post queremos hablar de «Esmeralda» y «Sin tu Mirada». Y no, no vamos a enfrentar ambas versiones de la autoría de Delia Fiallo, más bien vamos a comparar qué tan fiel o qué tan distinta fueron una de la otra.
Telenovelas «Esmeralda» y «Sin tu Mirada», misma idea, distinta trama
«Esmeralda» (1997) es quizá uno de los títulos de la reconocida escritora cubana más famosos y queridos por la audiencia. Así que, si te gustó una o la otra o ambas, ¡qué mejor!
Historia Central: Prácticamente intacta
La trama previa, donde nacen los protagonistas de esta historia, tanto en 1997 como en 2017 fue la misma. Blanca (Raquel Morell) y Prudencia (Claudia Ramírez) al estar en peligro de muerte tras un parto difícil, pierden el conocimiento y es cuando sus nanas, Crisanta (Dina di Marco) o Angustias (Ana Martín), deciden intercambiar a la hija que creen nació muerta por el bebé de una campesina que ha fallecido en el parto, esto con la ayuda de Dominga (Raquel Olmedo) o Damiana (Cecilia Toussaint).
Luego, la nana no puede con el cargo de conciencia y decide confesar a su patrona que hizo el cambio de bebés por ayudarla. La madre de la protagonista vive agradecida y cría con amor a ésta.
Aquí la única diferencia es que, en la versión de Salvador Mejía, a la niña se le nombra Esmeralda por un par de aretes finos hechos de esa misma piedra preciosa, mientras que en la versión de Nacho Sada, el obsequio son dos pendientes de color aqua marina (verdes) y es por ello que la heroína es llamada Marina.
Y algo distinto es que Marina cree en Damiana a su madre, mientras que Esmeralda siempre sabe que Dominga es la mujer que la crio y cuido.
Los villanos: Aquí sí cambió un poco la trama
Aunque el personaje de Rodolfo Peñalver (Enrique Lizalde) en 1997 era estricto, de un carácter difícil y muy machista, con el tiempo reconoce sus errores y obtiene el perdón de su hija, a la que tanto despreció. Sin embargo, en el caso de Luis Ocaranza (Eduardo Santamarina) el personaje fue vil y despreciable hasta el último episodio.
Además, en la nueva versión crearon un nexo muy particular con Toribio «El loquito» (Luis Bayardo), que siempre protegió a Marina (Claudia Martín) cuando ésta fue invidente, ya que Luis fue el responsable de la condición especial del anciano al dispararle por accidente en su juventud y desde entonces, vive atormentado.
Finalmente, Luis perdió a su esposa Prudencia, al darle el divorcio y perder a sus hijos hasta acabar sumido en la depresión y el alcohol.
Por otro lado, Isauro Sotero (Carlos de la Mota), otra pieza antagónica importante, fue asesinado por Lucrecia (Candela Marquez), mientras que, en la versión anterior, ni Salvador Pinedo (Lucio Malaver) ni Georgina (Ana Patricia Rojo) tenían por qué eliminarse.
Georgina era la hija de un doctor que apoya la carrera de José Armando (Fernando Colunga), mientras que Lucrecia resulta ser una doctora bastante perturbada que, además, es atrapada justo antes de conseguir matar a Marina de la misma forma que a Isauro, acabando sus días en prisión.
Otra que corrió con esa suerte fue Susana (Luz Elena González), que terminó en prisión y recibiendo el rechazo de su hija Vanessa (Scarlet Gruber), quien, pese a todo, logra reivindicarse y ser feliz al lado de Paulino (Emmanuel Orenday).
En tanto, en la versión de Gracielita y Adrián (Nora Salinas y Alejandro Ruíz) no contaron con esa dicha, pues ella muere en los brazos de él, y éste al final logra hacer que Fátima (Laura Zapata), su madre, cambié para bien y se arrepienta de todo lo malo que le hizo a Esmeralda en el pasado.
El tercero en discordia: El cambio más drástico
Como saben, toda pareja de telenovela necesita de un tercero para reforzar la trama de amor entre los protagonistas, y en ambos casos, «Esmeralda» y «Sin tu Mirada», esto ocurrió con el personaje de Álvaro Lazcano (Juan Pablo Gamboa) y Ricardo Bazán (Juan Martín Jaúregui).
En ambos casos, este personaje sirvió de refugio y consuelo para nuestras pobres protagonistas que venían de sufrir el desamor y el rechazo del galán de la trama, que creía que el hijo de su amada no era suyo, sino del villano desfigurado (Lucio/ Isauro).
En la versión de los 90s, Esmeralda nunca pudo olvidar a su único amor, José Armando y siempre mantuvo su cariño y agradecimiento hacia Álvaro, mientras que en «Sin tu Mirada», Marina optó por darse una segunda oportunidad y aceptar el cortejo y amor de Ricardo.
Para los últimos capítulos de «Sin tu Mirada», veíamos a una protagonista indecisa por el amor de sus galanes, pero finalmente, siendo una versión moderna y dada la buena química entre los actores, pudo más Ricardo que Alberto (Osvaldo de León) y, en un giro inesperado, Marina se enamora de Ricardo y termina como buena amiga de Alberto por el bien del hijo en común.
El público: Abierto y agradecido.
Este último, pero importante cambio lo agradeció el público nuevo y quizá un tanto el fiel y el de siempre, que al fin vería en una telenovela clásica y predecible un final distinto y que fuera del agrado de todos.
En el final de la anterior versión, Esmeralda perdona y vuelve al lado de José Armando, a quien incluso dejan ciego en últimos capítulos, a manera de crearle un karma y así, lo vieran con compasión (el público y la propia Esmeralda) y así, finalmente, recuperar de nuevo la vista y ser feliz a lado de su amada ojiverde. La ceguera temporal no ocurrió en el remake.
Lo cierto es que este final no fue del total agrado de Leticia Calderón, dicho por ella misma, pues, incluso, ella solicitó hablar con la escritora para pedirle que el final fuera distinto al de Topacio (su versión anterior) o de la original, la versión de Lupita Ferrer en los 60s.
Sin embargo, no lo consiguió y, muy a su pesar, Lety tuvo que grabar el final que la escritora ideó desde un inicio. Calderón sentía que siendo finales ya de los 90’s debería haber un cambio en las tramas clásicas y curiosamente fue hasta 2017 que pudo ser así.
Como puedes ver, este versus simplemente fue comparativo y en él puedes decidir qué cambios fueron o no idóneos para una trama que, como bien leíste, data de 1970 en Venezuela y que fue la iniciadora de que este país diera la vuelta al mundo con sus melodramas intensos y apasionados.
No sabemos si la señora Fiallo quedó contenta con esta nueva versión, pero aquí lo que importa es que tú como fan de las telenovelas, luego de seguir una trama fielmente, quedes satisfecho con el cierre de una historia. Todos concordamos que si bien, «Sin tu Mirada» no logró las audiencias de su anterior versión (son otros tiempos) el final sí gustó y bastante.
A cuál prefieres tú: ¿Claudia Martín, Lupita Ferrer o Lety Calderón? ¿Tu favorita es «Esmeralda» o «Sin tu Mirada»?
Crédito: Televisa