A pesar de su pobreza, de no haber conocido a su padre y de llevar una vida vagabunda de jornalera, Teresa Hernández, alias “La Gaviota”, era feliz. Su felicidad se multiplicó el día que conoció a Rodrigo en la hacienda de Don Amador Montalvo.
Rodrigo despojó a «La Gaviota» de su inocencia y de sus sueños. Además, la embarazó y la abandonó con la promesa de un reencuentro en el mismo lugar en un año de plazo.
Durante ese año, «Gaviota» vivió experiencias espeluznantes. Endurecida por sus experiencias y la pérdida de su hijo, «Gaviota» regresa a México a cumplir su promesa sólo para descubrir que Rodrigo se casa con otra.