En el capítulo 74 de «Soy tu Dueña», Ivana llegó muy lejos para quedar embarazada y ahora está enredada con un policía, a ver si no le sale «más caro el caldo que las albóndigas».
¿Qué nos pareció el Capítulo 74 de «Soy tu Dueña»?
La desesperación reina en la hacienda Los Cascabeles tras la noticia que les dio José Miguel en el capítulo 73 de «Soy tu Dueña», pues Valentina no sabe qué hacer con Rosendo y le pide a sus ex novios que se vayan para que pueda tomar la decisión de lo que va a hacer.
Por su parte, Ivana busca a Toledo para aprovecharse de que es un libidinoso y hacer que se acueste con ella, para embarazarse. Ella se hace la sufrida por lo de su mamá y poco a poco se le va metiendo, y le da unas pastillitas para «animarlo».
Más tarde, Sandra enfrenta a Felipe y le exige que le diga qué está pasando. Él se hace «el que la Virgen le habla» y le trata de dar largas, pero ella se harta y se va a ver a su papá. Moisés le pide a su hija que sea amorosa y paciente por el bien de su matrimonio.
Por otro lado, José Miguel y Valentina se reencuentran en la ya internacionalmente famosa «Cabañita del amor» y ella le asegura que se siente mal porque, en vez de que él esté con Ivana, está con ella y le pide que ya no se vuelvan a ver. El arquitecto le ruega que no lo aleje de su vida porque él la ama.
Más tarde, Valentina cita a Rosendo en su hacienda para hablar de lo de la producción de leche. El «nuevo rico» le pide que hagan negocios para que no cierre su planta y no deje que sus trabajadores pierdan sus empleos.
Valentina le asegura al ex capataz que no va a hacer negocios con él y le pide que le venda la procesadora. Obvio, eso no es lo que Rosendo quiere y se niega, así que le da un tiempo para pensar qué hacer.
Aquí está el resumen del Capítulo 74 de «Soy tu Dueña», por si no lo viste
¿Qué pasará en el Capítulo 75 de «Soy tu Dueña»?
Por su parte, Ivana va a ver a Isabel, quien le pide que le cuente detalles de lo que pasó, pero la loca se pone mal y sigue insistiendo en que su madre mató a Óscar. La señora le ruega que le cuente porque si no, la van a liberar y a descubrir.
Ay, el ridículo de Rosendo hace honor al refrán de: «aunque la mona se vista de seda…», y le pide a Valentina que, a cambio de firmar el convenio, acepte las alhajas que le rechazó. Ella acepta sin darse cuenta de que está metiéndose a la boca del lobo. Se merece lo que le va a pasar por tonta.
No te la pierdas.
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Crédito: Las Estrellas