En el capítulo 163 de «Un Refugio para el Amor», Luciana se lleva una desagradable sorpresa al escuchar la confesión de Rosa Elena.
Tras la muerte de Aquiles en el Capítulo 162 de «Un Refugio para el Amor», se lleva a cabo el entierro. Después, Copio junto con el abogado del señor, llegan a ver a Magda y a Violeta. Ambos les piden que no se vayan del pueblo, ya que al día siguiente se le dará lectura al testamento. Copio aprovecha para entregarle la carta que Aquiles le escribió a Violeta antes de morir.
Sobre advertencia, no hay engaño
Por otro lado, una amiga de Julie y de Gala, les advierte del peligro que corren por invertir todo su dinero con el «asesor financiero» de Mirko. Julie, cegada por la ambición, le asegura que a pesar de conocer de poco tiempo al joven va a invertir todo su dinero con ellos.
Mientras tanto, Brígida no sabe qué hacer con el brazalete del bebé de Luciana y decide usarlo para hundir a Gala. Por otro lado, Maximino y Aldo hablan de negocios y deciden sacar a Lastra y a Iván del negocio de los antros. Maximino compensa a su sobrino con unos títulos de propiedad y dinero por su lealtad.
Rosa Elena pierde la razón
Por otra parte, Rosa Elena pierde la razón por completo y comienza a ver que tiene «estigmas» en las manos, se pone una túnica y comienza a alucinar en su capilla. Mientras eso sucede, Hannah y Lorenzo se casan por la iglesia sin decirle nada a su madre, ya que saben que una vez casados ante Dios, Rosa Elena no se atreverá a hacerles daño.
Desafortunadamente, en su locura, Rosa Elena le pide a Genaro que la lleve a ver al padre Honesto para enseñarle sus estigmas. La mujer llega justo cuando el matrimonio ya se llevó a cabo. Rosa Elena se pone muy mal y comienza a gritar y a maldecir a todos hasta que cae inconsciente en el piso.
Al llevarla a casa y revisarla, le ven las manos donde ella piensa que tiene las señales de Dios. Ahí se dan cuenta de que no tiene nada. Hannah y Lorenzo deciden dejarla sola e ir a pasar su primer noche de casados en el departamento que les regalaron. Mientras tanto, Rosa Elena se despierta y pide hablar con Luciana. Cuando la joven llega, la mujer está totalmente fuera de sí y pide que las dejen solas. Ahí, Rosa Elena le confiesa a Luciana que ella le robó a su hijo.
Al día siguiente, Chelo se prepara de nueva cuenta para irse a esconder con Mateo pero Doña Chuy lo detiene. Le exige que hable con Rodrigo y Luciana o si no, le va a decir la verdad a Mateo.
¿Qué hará Luciana al respecto?
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Crédito: Blim